
Los hermanos Arizaga laboraron como ayudantes en un bus antes de ser árbitros
Su padre, Gerardo Arizaga, todavía es dueño y chofer de un vehículo de transporte en Paute. La meta de ambos réferis es obtener el carné FIFA.
Por Manuel Quizhpe

Foto: Tomado del muro de Facebook de Fernando Tamayo.
Henri y Cristian Arizaga Piedra, de 27 y 29 años, se sienten orgullosos de pertenecer a la parroquia Chican del cantón Paute, en Azuay. Allí disfrutaron su niñez, adolescencia y juventud pese a las limitaciones económicas. Ya viven de manera independiente, pero aún residen cerca de sus padres.
Ellos, en la actualidad, tras nueve años de incursión en el arbitraje están agrupados en la Primera Categoría de la Liga Pro. Henri se mantiene en la A; mientras Cristian fue ascendido este año a la B por parte de la Comisión Nacional de Arbitraje. El objetivo de ambos es contar con la escarapela FIFA.
Durante la infancia soñaban con ser futbolistas, pero la falta de dinero para perfeccionar su técnica fue el principal obstáculo. Henri, Ingeniero Automotriz, es mayor con 20 meses a Cristian, quien es Ingeniero Ambiental. Sin embargo, ambos ingresaron el mismo tiempo al arbitraje.
En los tiempos libres de la época colegial, ambos se alternaban para ayudar a sus progenitores. Eran ayudantes o cobradores en el bus de su padre, Gerardo Arizaga, quien aún tiene el vehículo de transporte y pertenece a la cooperativa Rutas Pauteñas. Quien se quedaba en la casa ayudaba a su madre en las labores de agricultura o en su tienda que todavía la mantiene.
De lunes a viernes se entrenan en la pista del parque de El Paraíso, en Cuenca. Hasta este sector llegan los cinco días de la semana procedentes de Paute, cuyo recorrido dura entre 45 y 50 minutos. Se preparan de 17:00 a 18:45 con el preparador físico José Quizhpe. Terminan las prácticas y enseguida emprenden retorno a la parroquia Chican.
Para Henri (casado y con una hija de 7 meses llamada Linda) y Cristian, sin trabajo y disciplina no hay buenos resultados. Ellos destacan las principales características del réferi: buena condición física, personalidad, conocimientos de los reglamentos, manejo de la cancha, entre otras.
Los hermanos Arizaga están convencidos que con trabajo y perseverancia pueden incluirse en la nómina de mejores árbitros del Azuay, como lo fueron Jorge Orellana, Alfredo Rodas, José Carpio, Fernando Tamayo, entre otros.