Después de 41 horas de viaje, Andrés Chocho llegó a su entrañable Cuenca la noche del lunes 26 de octubre del 2020, procedente de Rio Maior, Portugal. En esa ciudad hizo una base de entrenamientos, durante seis semanas, con sus dirigidas Glenda Morejón y Érica Sena, las mejores marchistas de Ecuador y Brasil.

El pasado 10 de octubre, los tres volvieron a competir tras un año de espera por la pandemia. Lo hicieron en la Copa Mundo de Marcha que se desarrolló en Podebrady, República Checa. Allí, en 20 km., Érica y Glenda se ubicaron segunda y tercera, en ese orden. Ambas ratificaron su clasificación a los Juegos Olímpicos del 2021 en Japón; mientras Andrés terminó 16.

Tras retornar a la mejor ciudad del mundo, como lo califica, Chocho dialogó con Latido Morlaco sobre su clasificación a sus cuartos Juegos Olímpicos, en las pruebas de 20 y 50 km. Igual lo hizo en Río2016. Además, confesó de lo afortunado que es al dirigir a dos de las mejores marchistas de Sudamérica. Habló de sus viajes, anécdotas… De esa manera, se convirtió en nuestro primer ‘Invitado de la Semana‘, vía Zoom.

El andarín de 36 años reconoció que, es un orgullo dirigir a dos grandes marchistas de Sudamérica. “Glenda tiene una capacidad increíble, psicológicamente es fuerte”. Érica, de 35 años, goza de una experiencia bárbara y viene luchando por retos grandes. Las dos trabajan para subirse al podio en los Juegos Olímpicos del 2021 en Japón.

 “Con Glenda estoy desde el año pasado, con ella se aprende muchísimo, es una atleta muy talentosa, responsable, hay algunas cosas que estamos trabajando e intentando cambiar para conseguir una buena versión de ella. Cuando empezó a trabajar conmigo lo hizo de cero porque tenía muchas lesiones, se hizo algunas evaluaciones. Ahora está motivada, quiere trabajar cada vez más fuerte, hay que controlarla para que llegue de mejor manera a los Juegos Olímpicos”.

Andrés Chocho, entrenador de Glenda Morejón

Andrés conoció a Érica en un Torneo Sudamericano del 2010, en Bolivia. Nunca se hablaron, pero luego empezaron a intercambiar mensajes por las redes sociales. Después viajó a una competencia en Brasil y se conocieron de cerca. Un año después la andarina brasileña llegó a entrenar en Cuenca y desde entonces se quedó a vivir en la ciudad. Ella es pareja de Chocho.

«Érica le maneja bien la presión, sabe que es una carta de medalla olímpica para Brasil, lo tiene claro. Allí también está Glenda, ambas lo tienen claro».

En entrenador de las marchistas sudamericanas

El andarín recordó que, entre el 2007 y 2008 ya planificaba los entrenamientos para el grupo de alumnos con su padre Luis y con su tío, Juan Chocho. El 2014 se independizó y empezó a armar su propio plan de trabajo, así como el de Érika. “Cuando la conocí era la cuarta marchista de Brasil, ahora es la tercera del ranking mundial”.

Su tarea como técnico no le ha impedido seguir como marchista activo. El pasado 24 de octubre terminó tercero en el Circuito Europeo de Marcha que se desarrolló en Dudince, Eslovaquia. Registró un tiempo de 3 horas, 48 minutos y 57 segundos (3:48:57) y aseguró su cupo a los Juegos Olímpicos de Japón en la prueba de 50 km. Él ya tenía el cupo asegurado en 20 km, alcanzado el año pasado en la Coruña, España (1:20:30).

Hasta la fecha, Chocho es el único seleccionado ecuatoriano clasificado en dos pruebas de la marcha para los Olímpicos del próximo año. En los primeros meses del 2021 definirá en qué distancia participará. No puede intervenir en las dos debido a que las competencias son a día seguido, lo que le resulta imposible.